domingo

Tañen las campanas

Tañen las campanas
por los ecos de la tierra
qué perdieron su lugar

Paso a paso
giro tras giro
cincelaban el camino,
hombres, bueyes y carros.

Espigas doradas,
segaba el labrador
con la hoz en la mano
y el sudor de su frente.

Tintineando cencerros,
partían pastor y rebaño
serpenteando senderos
se perdían por el llano.

Despuntando el alba
ardía el fuego,
sobre la trébede
hervía sopa el puchero.

Cantando la moza  
lavaba ropa en el río,
la música de la copla
el agua la iba entonando.

¡Repicar,  campanas repicar!
para que vuestro canto
nunca deje de volar.






5 comentarios:

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Qué bella nostalgia, Rosario. Hoy, es una suerte escuchar esas campanas y sus tañidos. Las ha matado la modernidad. En tu poema las siento latir como el corazón de los pueblos. UN abrazo. Carlos

Anónimo dijo...

UN REPICAR QUE SUENA A MUCHAS ESPERANZAS. MUY LINDO TEXTO.
UN ABRAZO

Liliana G. dijo...

Qué hermoso, Charo!!! El poema pinta imágenes con sus palabras, un tiempo donde la felicidad estaba al alcance de la mano.

Un beso grande, querida amiga.

Sandra Figueroa dijo...

Que belleza de poema. Un placer leerte. Cuidate.

Mily Murillo dijo...

Hermosas palabras, repletas de amor, de nostalgia o sencillamente de añoranzas.

Es un gusto leerte, recibe besos y abrazos.

Mily