martes

La hambruna

 Bajo el astro ardiente
pierde la vida lozanía,
nubes errantes no engendran
partos de esperanza,
caminan las almas sin amparo
sorteando la hambruna,
agrietada llevan la mirada
sedientas claman sus gargantas.

Danza la muerte con cendal negro
esgrimiendo la guadaña.
Florece la flor en el desierto
con lágrimas amargas.
Gira descalza la noria
entre un mundo sin esperanza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

desafortunadamnete es una cruel realidad. excelente texto.
un abrazo

Mily Murillo dijo...

Has apretujado mi corazón (para bien) con este tezto; amiga, qué cosa tan cruel es la situaciones de millones, qué modo de enajenar la humanidad de un ser a la deriva.


Gracias de verdad por hacernos presente esa realidad que si bien no podemos arreglar d ela noche a la mañana, y que las humildes donaciones no arreglarán paises enteros en esa situación, si nos permite cuidar y valorar lo que tenmos, cada bocado, cada trago de agua limpia... nos permite mimetizarnos con nuestro mundo, con nuestra Tierra, nuestra gente.

Al tiempo que te agradezco la visita y tu comentario, siempre eres bienvenida.

Un cálido y afectuoso abrazo.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Tus versos, Rosario recogen el dolor de las comunidades apartadas políticamente y socialmente: africanas, negras, aborígenes...el hambre colgada de sus cuerpos. UN abrazo. carlos