Entre
páginas del viejo libro
reconocí tu
carta...
en ella deseabas no te olvidara.
Como la hiedra se aferra al
árbol
mi corazón tu aprisionaste
tiernas miradas
compartidas
inocentes manos enlazadas
nostalgia vivida por tu
ausencia
cuando las hojas se desvanecían
mi primer verso
inspirabas
deseando tu regreso cada día
deseando tu regreso cada día
perdida vagaba mi alma.
Tomamos caminos separados.
Mi corazón hoy
reclama
por que mis labios
no reconocen tu
persona.
Nunca sabrás niño de mirada
soñadora
.cuanto quise a tu persona.
Considero oportuno reponer este poema
No hay comentarios:
Publicar un comentario