Tañen
las campanas
por los ecos de la tierra
qué perdieron su lugar
Paso a paso
giro tras giro
cincelaban el camino,
hombres, bueyes y carros.
Espigas doradas,
segaba el labrador
con la hoz en la mano
y el sudor de su frente.
Tintineando cencerros,
partían pastor y rebaño
serpenteando senderos
se perdían por el llano.
Despuntando el alba
ardía el fuego,
sobre la trébede
hervía sopa el puchero.
Cantando la moza
lavaba ropa en el río,
la música de la copla
el agua la iba entonando.
¡Repicar, campanas repicar!
para que vuestro canto
nunca
deje de volar.
5 comentarios:
Qué bella nostalgia, Rosario. Hoy, es una suerte escuchar esas campanas y sus tañidos. Las ha matado la modernidad. En tu poema las siento latir como el corazón de los pueblos. UN abrazo. Carlos
UN REPICAR QUE SUENA A MUCHAS ESPERANZAS. MUY LINDO TEXTO.
UN ABRAZO
Qué hermoso, Charo!!! El poema pinta imágenes con sus palabras, un tiempo donde la felicidad estaba al alcance de la mano.
Un beso grande, querida amiga.
Que belleza de poema. Un placer leerte. Cuidate.
Hermosas palabras, repletas de amor, de nostalgia o sencillamente de añoranzas.
Es un gusto leerte, recibe besos y abrazos.
Mily
Publicar un comentario