Bajo el astro
ardiente
pierde la
vida lozanía,
nubes errantes
no engendran
partos de
esperanza,
caminan las
almas sin amparo
sorteando la hambruna,
agrietada
llevan la mirada
sedientas
claman sus gargantas.
Danza la muerte con cendal negro
Danza la muerte con cendal negro
esgrimiendo la guadaña.
Florece la flor en el desierto
con lágrimas amargas.
Gira descalza la noria
entre un mundo sin esperanza.
3 comentarios:
desafortunadamnete es una cruel realidad. excelente texto.
un abrazo
Has apretujado mi corazón (para bien) con este tezto; amiga, qué cosa tan cruel es la situaciones de millones, qué modo de enajenar la humanidad de un ser a la deriva.
Gracias de verdad por hacernos presente esa realidad que si bien no podemos arreglar d ela noche a la mañana, y que las humildes donaciones no arreglarán paises enteros en esa situación, si nos permite cuidar y valorar lo que tenmos, cada bocado, cada trago de agua limpia... nos permite mimetizarnos con nuestro mundo, con nuestra Tierra, nuestra gente.
Al tiempo que te agradezco la visita y tu comentario, siempre eres bienvenida.
Un cálido y afectuoso abrazo.
Tus versos, Rosario recogen el dolor de las comunidades apartadas políticamente y socialmente: africanas, negras, aborígenes...el hambre colgada de sus cuerpos. UN abrazo. carlos
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