martes

Miro donde prende el día

Miro donde prende el día

y se pierde la tarde,

tiendo abanico de colores

y florece el arco iris.

Un ramo de flores

 llevo en el regazo,

son suspiros del cielo

prendidos en el prado.

Hermosa es la rosa

que se asoma a mi ventana,

el viento seco,

al caer la tarde, la deshoja.

En el rastro busco una llave,

que no sea de oro ni de plata,

que sea de acero,

 para abrir ese corazón tulló.

Sempiterna canción del viento,

brama el mar y silba el risco.

Aterida queda el alma.


2 comentarios:

AdolfO ReltiH dijo...

SI, HAY AMORES QUE A VECES SON IMPOSIBLES.
UN ABRAZO

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

El amor, entre ambientes líricos, con esa dulzura que siempre caracteriza tus versos, Rosario, Un abrazo desde estos afectos colombianos. Carlos