Oigo
tu nombre
parece es tu santo,
para que recordarte
si
por ti estoy penando.
Tempestad
de mi vida
quién
te dio permiso
para
irrumpir en mi vida
con
tanto quebranto.
Amante
implacable
no
deseo tus encantos,
quiero
que me dejes
para seguir caminando.
Subiré
a la cima más alta
para
olvidar tu existencia.
Romperé
las cadenas
que me están amarrando.
Deseo reponer esta entrada, publicada por primera vez en el 2009
8 comentarios:
Sí Rosario, romper esas cadena cuanto antes mejor...
Te mando un fuerte abrazo con mis mejores deseos.
Feliz día.
TOTALMENTE DE ACUERDO CON CARMEN.
BESOS
Cuando se quiere olvidar a alguien, gran poema.
Hermoso!!!
Imposible olvidar...
Te envío mi abrazo.
Dani..
Bello y triste poema, Charo, las cadenas nunca deben amarrar ningún sentimiento, ellos necesitan de libertad para sobrevivir.
Un beso grande, querida amiga.
SALUDOS
Olvidar y seguir adelante, gran poema.
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